15 oct 2011

Sevilla


Sevilla nunca te dediqué las palabras que te debiera por miedo a perderte, por temor a sentirme lejos de ti. Quizás no me di cuenta que todo había acabado, pero tú, tan hermosa, tan perfumada, seguías llamándome y por mi parte no existía la voluntad de impedir que mis pasos caminaran hacia tus calles.

Sevilla, siempre me distes tardes de alegría, me ofrecías estampas idílicas de tus puentes sobre el río grande y esbozabas tu mejor perfil entre las ondas desdibujas en su orilla. Me regalaste tus almenas y tus espadañas, el son de unas trompetas y tambores que retumbaban como si del latir de tu corazón se tratase.

Sevilla, supiste agradecerme todo lo que te ofrecía, no era necesaria tanta hospitalidad entre tus callejones, eso me será difícil olvidarlo, no quiero aferrarme por siempre a tus infinitos encantos. Ciudad, me quisiste como a uno de tus hijos predilectos, me enseñaste a oler tus aromas a incienso y azahar, me guiaste entre las impertinencias de tus manifestaciones artísticas. Conocí en tu lecho a escultores e imagineros, entendí lo que es el sentir por el arte, comprendí la pasión de un pueblo por sus raíces, me hiciste tuyo sin apenas darme cuenta.

Sevilla, entregaste en tu mesa el mejor de los ajuares, pusiste la vajilla de la cartuja y la cristalería de las lágrimas de tus dolorosas, los cubiertos eran astillas de maderos de tus nazarenos eternos. Fue contigo con quien comencé a bailar, a comprender el flamenco, a conocer el amor y sentir las brisas del deseo. Si pudiera decirte con palabras todo lo que eres para mí, pero quizás no exista un calificativo adecuado para tan sublime admiración.

Sevilla, tu nombre lo resumo en fervor, todo en ti es grande, tus avenidas, tu gente, tu genio, tus torres campanario, tu catedral y tus altares, pero a veces lo mejor es que la grandeza de tu alma se esconde en algo tan pequeño como el chorreo de una fuente en el callejón del agua o en el brotar de un naranjo o en el arrastrar de una zapatilla de esparto en el asfalto pesado por una trabajadera. Tus pequeñas cosas son quizás tus mejores secretos guardados y has tenido la bendita osadía de entregármelos.

Sevilla, en ti veo lo que soy, aquí estuvieron tiempo atrás mis raíces, pero por circunstancias otro hermoso lugar disfrutó de mi infancia, disfrutó de lo que ahora soy, un lugar al que tengo que agradecer lo que pienso y al que debo mi manera de ver el mundo, pero después volví a ti, años separados en kilómetros pero no en admiración, siempre te soñé y anhelaba pasar mis noches en vela entre los tuyos.

Sevilla, eres la tierra soberana de mis conocimientos, de mi formación a todos los niveles. Es de bien nacido el ser agradecido y no tengo forma de pagarte con la misma moneda, eres rica frente a mí. Pero ya todo comienza a marchitarse, necesito echarte de menos, nunca he dejado de amarte, pero quizás he perdido la frescura de mi querer. Ahora necesito dejarte sola para que juntos emprendamos un camino, tú tienes que seguir en la misma senda para cuando vuelva te siga encontrando lozana y estupenda, yo necesito conocer que no sólo tus virtudes son verdades universales, sino que existen otras vías.

Pero Sevilla sólo te pido una cosa, no te pongas celosa, eres la niña de mis ojos, eres el motivo de que una lágrima se derrame por mi mejilla al anhelarte, sólo tú eres capaz de despertarme del letargo que supone en una vida la rutina. Sevilla, hasta siempre, no dudes que volveré, y cuando eso ocurra será para quedarme.

Diego José López Fernández

22 ago 2011

Deseos

Siento mi vida como un deseo a punto de descubrirse, como una batalla latente entre lo que se quiere y lo que conviene. No sabría subsistir sin la incongruencia, sin el caos. Al fin y al cabo somos hijos del cosmos, nacemos entre las marañas, que en su más íntima esencia son partículas perfectamente encajadas, pero sólo para el ojo del científico.


Mientras tanto, ruido, miedo y destrucción. En un mundo en el que nadie es capaz de mostrarse al público desnudo, en el que las vergüenzas se entrelazan con los deseos carnales, un mundo en el que banalizamos lo natural, lo castigamos y reprimimos. El día a día se hace difícil para la lágrima, para la palabra y para el amor, para la llamada de la carne y para el desenfreno. Sin embargo, potenciamos la hipocresía, la esencia de la mentira, nos escudamos en ser casi divinos cuando en realidad sólo somos lo que nos han hecho ser, seres humanos.


¿Por qué si nos han dotado de inteligencia cegamos nuestro conocimiento a los placeres de la vida? ¿Por qué poner límites a los sentidos, mientras estos respeten la libertad del adversario? ¿Por qué negar que quiero besarte cuando veo tus labios? En fin, para qué tanta represión cuando al fin y al cabo buscamos la felicidad. Y, ¿No pasa la felicidad quizás por estar junto al ser amado?


Nunca me atrevería a deshonrar la cualidad humana, no sabría enfrentarme a tan duro rival. Tal vez, tema batirme en duelo con lo establecido, con lo convencional, por lo admitido. Pero créeme, eres perfecta. Tú eres perfecta por que no te asemejas a nada de lo que antes he descrito. Supongo que me gusta ser amante de lo imperfecto por que sólo ahí encuentro la bellaza de la diversidad.


Me gustaría ofrecerte mi hipocresía, mi maldad, mi bien y mi mal, me encantaría que tomases mi mano para caminar y juntos allanar las piedras del sendero, pero me pregunto ¿Seré capaz de proponértelo? ¿Se atreverá mi vergüenza a preguntarte que es lo que deseas? Total, que de esta manera quiero encomendarte mi alma para que dispongas de cuantos minutos desees pasarlos junto a mí.

2 feb 2011

Las urnas del voltaje

Ya pasados los cuatro años de rigor se vuelve a poner de moda el arengar a las masas para cuales borregos acudan a su cita con la democracia, es decir, que ya se están intentando ‘abrir’ ojos y para que las ineludibles veladas con las urnas sean favorables a políticos que no saben ni coordinar su mano derecha con la izquierda. Unas urnas que sólo encierran deseos de enriquecer arcas personales y ayudar con amiguismos a conocidos y familiares. Seamos conscientes de una cosa, el ser humano por naturaleza es egoísta, no seré yo quien critique eso, ya que es casi normal que cuando se escala en la esfera de poder arrastres contigo a gente para que estas desempeñen papeles en el escenario de un teatro cuyos actores cambian el guión a sazón que se suceden los actos.

Sería hipócrita si no reconociese que el enchufismo es algo natural, y hasta me atrevería a confirmar que casi lícito. Ahora bien, con ello no justifico la injusticia y mucho menos la incompetencia. Así pues, si existe o ha de existir esta práctica ha de ser llevada a cabo al menos de una manera inteligente, elevando a los ‘altares’ y despachos a personas que cuanto menos sean capaces de afrontar las carpetas que con miles de problemas se plantan es su mesa oval de caoba, preciosa y muy cara. Pero lo inconcebible de todo esto es que existan políticos de tres al cuarto, gente analfabeta ideológicamente y personas lamentablemente interesadas ocupando ‘tronos’ legales simplemente por que gritan a los cuatro vientos mil promesas que huelen a chamusquina y falsedad.

No tengo ninguna intención de señalar a nadie por que considero que quien lea estas palabras ha de ser un público más o menos ilustrado, gente perspicaz que saben que nuestro refranero gana en sabiduría con frases como ‘a buen entendedor…’, síganlo ustedes mismos. No doy crédito a la gestión de muchos municipios, entre ellos el nuestro que al fin y al cabo es el que nos preocupa. Como joven, como observador, ciudadano y periodista no me dejo engañar tan fácilmente. Villamartín no se merece a ninguno de sus dirigentes, pero no sólo a esos que consiguieron mayoría absoluta con nuestros votos y de cuyos fracasos y victorias todos somos responsables, sino que tampoco se puede consentir frente a ellos una audiencia pasiva, una oposición callada, que sólo critica las cosas a las que ellos mismos no ponen solución ni plantean remedios ni alternativas. Una oposición cuya finalidad primordial es atender los intereses propios. Una oposición a la que veremos el pelo ahora en la precampaña electoral, actitud pasiva y estúpida que se resume en un término tan ilustrativo como lo es el de lamentable.

Aunque mis dardos humildes de opinión van dirigidos a los ‘señores’ del bastón de mando. Expongo así que si Villamartín fuese un reino su rey no sería más que un bonachón que los palos le llueven por todos lados y cuyos secuaces no saben ni donde está el norte en el mapa de su feudo. Contando con un sinfín de hipócritas que sólo saben dar la cara cuando existe un atisbo de triunfo, cuando se tienen que fotografiar en la corte con otros ‘señores’ poderosos, todo esto orquestado con un alarde indecente de autoridad que hace que sepan alardear de su incompetencia sin pudor y publicarlo a los cuatro vientos.

Por eso y sólo por eso soy poco optimista. La democracia ha degenerado lamentablemente, por ello la mejor forma de gobierno no sabe poner en prácticas sus principios en una sociedad como la nuestra, debido todo ello a la incultura y a los favoritismos señoriales que desde tiempos ancestrales han convivido con nosotros. Pero no todo es malo, gracias a la democracia los ciudadanos podemos responder ante los abusos, ante la incompetencia y la inactividad. Fórmulas que hacen saber que nadie está de acuerdo con lo que nos ofrecen. Así pues, un sobre vacío mostrará mi disconformidad, mi descontento. Sin faltar a uno de los principios básicos de la democracia, el votar, sabré responder con las herramientas que me ofrecen mi total desacuerdo con las listas que conforman la sucesión. Me parece de vergüenza que nadie sepa convencerme. Qué fuerte es que la gente joven no se sienta interesada por la política, todo ello consecuencia de un sistema educativo lastimoso a la vez que ruinoso. Pero no sólo eso, el desinterés de los propios políticos y la manipulación mediática hacen el resto. Llegados a este punto podemos decir que el reinado del pasotismo llega a hacer bueno a ese siempre criticado enchufismo, que sólo sería perfecto si la selección fuese más acorde con las necesidades, ya que dicen también que el que no se consuela es por que no quiere y mira si dentro de lo malo hay que apostar por este imperfecto sistema al menos que se desarrollen las actividades de manera inteligente y a través de personas medianamente competente.

31 ene 2011

Olas de esperanza


Se pasaban las horas ante el espejo de la esperanza mientras soñaba con un futuro lleno de calma. Quizás ese sitio frente a la orilla de un mar en calma donde las suaves olas rozaran la punta de mis pies, mientras estos escarceaban con la arena en un mutuo juego de entretenimiento. Frente a la puesta de un sol que caminando hacia la penumbra danza dulcemente en un horizonte plagado de blancas gaviotas que abarrotan una isla donde el paraíso puede encontrar su más fiel reflejo. Una nube que desorienta el ritmo pasivo de un cielo azul perfecto, donde sólo las estrellas cubren un cenit cuya finalidad es salvaguardar el camino del sendero en la oscuridad. Ante tan sublime belleza compruebo como una lágrima recorre mi rostro, en ella se reflejan un sinfín de inquietudes. Ante ese espejo, desorientado, ante ese sueño maravilloso. Unos pasos resuenan en mi cabeza, esos pasos que hacen pensar en la carrera hacia lo onírico. Pues sólo la consecución de un sueño puede alterar la quimera y convertirla en una realidad sublime.

Cansadas las horas de tanta espera, llaman en audito súbito en mi mente con clara intención de hacer que mis pies den la zancada que necesito para lograr el fin de mi felicidad. Así, en la austeridad de una vida solitaria en su faceta de compartir la intimidad, se comienzan a ver transparencias de acompañamiento aunque las mismas al momento pasan a formar parte de un espejismo pasajero. Aunque la propia vida sea una lucha de intereses son los más egoístas aquellos que por su naturaleza implican a un prójimo que ha de estar dispuesto a compartir sus mejores virtudes, pero también las visceralidades contigo. Siempre es complicado compenetrar dos almas en un solo cuerpo. El sacrificio aleja de nuestra vida cualquier conocimiento que hace que conozcamos que lo que hacemos sólo es posible por que un latido lo acompaña marcando el ritmo de trabajo.

Muy a pesar del espejo, la esperanza se acerca cada día más y hace que mis intereses se vuelquen en multitud de actividades. La propia imaginación sabe alentar a los corazones solitarios que tumbados al sol componen letras de sabiduría frente a un mar en calma. De este modo, cualquiera es capaz de ofrecer lo mejor de sí mismo a los demás. Pues regalar nuestras propias proezas es otra manera de llenar el corazón enamorado. Si no cesas en la creación de lo que te gusta seguirás fomentando momentos perfectos. Podrás construir paraísos perfectos a tu medida que nunca perecerán. Ese espejo refleja una lágrima de tesón, pena y alegría. La propia imaginación es una dimensión paralela a través de la cual puedes ser quien te gustaría ser, puedes compartir tus momentos con quien te plazca y te podrán rodear los mejores lugares del mundo o fuera de él. Invito a seguir soñando, pues a pesar de ser gratuito por un momento eres capaz de llegar a sentir lo que en quizás en esta vida que creemos verdadera nunca se darán las circunstancias para que ocurra.

Frente a esa ola apacible, cerré el libro, en ese momento me hallaba acostado en mi lecho habitual. Frente al cabecero un gran espejo antiguo que reflejaba mi rostro cuya compañía era una lágrima de tesón, de pena y de alegría que me hizo saber que la esperanza es una bella ilusión creada por el ser humano para ser feliz eternamente.

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