15 ago 2010

El matojo de incoherencia

Diego López. Es triste pasear por las calles de Villamartín y obsevar como todo está desastrosamente desordenado, los jardines con malas hierbas, las rotondas desfloradas, suciedad en las aceras, obras inacabadas, construcciones eternas y un Ayuntamiento que se ve abocado cada día más al abismo de la incertidumbre. Ahora si a un perro flaco todo se le vuelven pulgas a una corporación municipal incompetente todo se les convierte en deuda. Es triste observar la prensa y ver como en los próximos cinco años nuestro municipio tendrá que devolver un total de mas de 300.000 euros al estado por la mala gestión de ese fondo proveniente del Gobierno central y que sale de los impuestos especiales con el objetivo de paliar las circunstancias económicas de los municipios, con el deber de estos de encontar alternativas y rebulsivos que reactiven su propia financiación. Pero no, sólo se derrocha, sólo se gasta en comidas innecesarias, en mantener una bolsa insostenible de trabajo y en mirar para otro lado cuando los ciudadanos empiezan a darse cuenta de que todo es una pantomima.

Creo que el poder sólo lo deben ejercer los mejores y en una postura maquiavélica me decanto por el bien de la mayoría aún perjudicando a la minoría, sobre todo en época de vacas flacas. Ahora esto es inadmisible. Concejales que se jactan de sus derroches a costa del dinero de los ciudadanos de un pueblo, que en cierta medida tiene lo que se merecen por que ante la adversidad se lucha y no se tiene una actitud de desidia como la que existe en Villamartín, todo viene a encajar en las piezas de un puzzle cuyas fichas están desencajadas por las manos de un impaciente jugador que ensambla los huecos de las mismas sin mirar si el dibujo que forma es el real o todo es un matojo de incoherencia, y eso es lo que pienso que es el Ayuntamiento de Villamartín, un matojo de incoherencia. Es triste que los jóvenes sólo nos conformemos con que abran unas 'carpas' (si es que eso puede ser llamado carpas), y un trozo del recinto ferial para deleitar con coches haciendo trompos y de vez en cuando avistar una pelea para amenizar. Todo esto me parece algo esperpéntico.

Pero bueno no todo es malo, no todos somos iguales, algunos por lo menos reflexionamos sobre lo que nos rodea, pero entre la incultura generalizada, el pasotismo que está creando una democracia como la española que está totalmente corrompida por el desconocimiento de que es libertad y no libertinaje y sobre todo una justicia que no ampara las necesidades de una nación en continuo cambio social y en un proceso de adaptación al respeto a los demás se ven envueltas nuestras voces en un silencio que viene a justificar que lo que pasa es realmente lo normal.

Sólo me gustaría plantearles una cuestión ¿Qué pararía si todos dejamos en manos de los demás lo que podemos solucionar entre todos, acaso pensamos que somos los únicos que pensamos así, no debaría alguien tomar el mando de la situación y avanzar en la lucha? Pero claro la respuesta es clara, "y yo para que me voy a complicar la vida". Esa es la razón de que todo esté mal y sobre todo, debemos ser conscientes de que todos somos responsables.

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