Quién fuera poeta para tocarte,
poesía.
Lanzar al viento tus versos
sin miedos y sin iras,
expresarte en libertad,
sin vendas, sin mentiras.
Alojarte en corazón
de sincera valía.
Quién pudiera componerte,
poesía.
en tus cuerpos libres,
en tus constreñidas guías.
Saberte cerca en lo oscuro
tenerte al lado en la vida.
Quién te soñara,
poesía,
e hiciera de tus estrofas
medicina a las heridas,
cura sagaz para el alma
de esta sociedad perdida.
Quién fuera poeta, amada poesía,
para volar en lo eterno
considerándote amiga.
Diego J. López Fernández