4 nov 2024

Matar a Sánchez

Pedro Sánchez abandona Paiporta (*imagen: ABC)

Tener un manual de resistencia acorazado, una resiliencia a prueba de rosarios y mucha cara dura para tirar adelante con las decisiones que se creen más (o menos) acertadas, no te hace de mármol.

Lejos de las palabras gruesas en la defensa fanática del presidente del Gobierno como "ha sido un ataque al Estado", "un atentado a la Democracia o a las Instituciones"... La realidad es que ha sido una agresión foribunda a Pedro Sánchez y eso es más grave que todo lo anterior.

Por supuesto, en el cargo lleva la mochila de aguantar el insulto, el escrache de indignación e incluso la rabia ante situaciones de indefensión, caso del pueblo de Valencia en estos momentos. Pero, la historia demuestra que "matar" a alguien, jamás ha servido de nada.

A quienes agredieron ayer a Pedro Sánchez, y eran solo unos pocos, les importa un reverendo bledo Valencia, la DANA y, por supuesto, España. Los alentados por quienes no entienden, o sí, como funciona un estado de autonomías (que habrá que pensar si es del todo válido); que llaman a la rebeldía y dejar de pagar impuestos; que intoxican toda la esfera pública en un bombardeo continuo de bulos; que han hecho bramar hasta al mismísimo rey de las Españas contra las fake news (noticias falsas), tienen un único interés: resumir la intelectualidad a treinta segundos de scroll (pasar pantallas) para vender sus soflamas homófobas, racistas, misóginas y vacías.

La táctica es vieja, "o yo o el caos", pero la propagación del odio personificado en alguien con nombre y apellidos no tiene precedentes en la historia de España. Ni siquiera cuando ETA asesinó con crueldad y sangre fría a Miguel Ángel Blanco hubo un resquicio a la división; ni en el 11M, cuando el Gobierno de Aznar nos mintió con vileza por motivos electoralistas, hubo otra respuesta que no fuese la democracia.

Sin embargo, ahora, el único objetivo es "matar" a Pedro Sánchez, al hombre, al individuo. El odio visceral y la cosificación de la persona da pánico. Algo, sin duda, no está funcionando bien en la sociedad decadente del S.XXI. La Era de la Comunicación está dando paso a la Era de la Desinformación. Ante esto, todos, absolutamente todos, debemos asumir nuestra parte de culpa (el periodismo y la política, desde luego).

Y, dicho esto, si alguien ha tenido la osadía de llegar hasta aquí, quiero decir que la gestión de las consecuencias de la DANA ha sido deplorable, sí. Que Pedro Sánchez tiene su corresponsabilidad en ello, sin lugar a la duda; que la burocracia mata, también y que el pueblo unido hace milagros, demostrado. Pero, no es menos verdad esa que la de reconocer que en la Comunitat Valenciana se han vendido recursos públicos para emergencias por un sillón autonómico y contentar a tres matavacas; que se han hecho políticas urbanísticas deplorables durante décadas, permitiendo construir en zona inundable; que se niegan las consecuencias del cambio climático; que se ha extinguido la limpieza tradicional con pastoreo de montes y riveras, y se han despilfarrado millones de euros públicos valencianos en especulaciones megalómanas sin sentido (o con mucho para algunas cuentas en Suiza).

Pero, no nos engañemos. Al final, todo se trata de matar a Sánchez, porque, muerto el "Perro", se acabó la rabia. O no.

Diego J. López

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