Hubo días de tinieblas en los que brilló el sol más que nunca y, a pesar de que el tiempo estaba en nuestra contra, no nos mojamos bajo la lluvia, aun estando desprovistos de paraguas, nuestra desnudez venció al charco que nos ahogaba.
Ahora aquí, sudando en el Ártico de nuestras vidas, nos hacemos fuertes, a contracorriente de lo que se espera de nosotros.
Diego J. López Fernández
11-07-2019
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